La nueva Ley Hipotecaria introducirá cambios y novedades muy importantes para los consumidores. El fin es proteger a los clientes de hipotecas y para ello se abarcan tres aspectos fundamentales: obligar a los bancos el pago de los gastos de formalización, abaratar la amortización y evitar desahucios.
Los hogares españoles habitados por jóvenes (menores de 30 años) destinan entre un 30% - 33% de su sueldo al pago de la vivienda y el suministro.
Además de la fianza se pueden pedir otras garantías al inquilino, como un fiador solidario.
Según el Índice de Precios de vivienda (IPV) del Instituto Nacional de la Estadística, publicado en diciembre, el precio medio de la vivienda libre subió un 7,2% en el tercer trimestre de 2018 en tasa interanual. Esto supone cuatro décimas más que el trimestre anterior. Y no solo esto, dicho incremento es el más alto desde el último trimestre de 2017.
La nueva Ley Hipotecaria prohíbe las operaciones vinculadas que condicionaban la concesión de una hipoteca a la contratación de un seguro de vida.
Hacienda debe estar al tanto de todas nuestras propiedades, nos generen o no algún tipo de ingreso. El hecho de tener una vivienda en propiedad, conlleva que aparezca en el IRPF y en el caso del alquiler, también las rentas obtenidas.
La nueva ley hipotecaria ha sido aprobada en el Congreso de los Diputados. Se prevé que entre en vigor en marzo de 2019, un mes después de su publicación en el BOE, con el fin de seguir la normativa europea 2014/17/UE y proteger a los clientes que soliciten hipotecas.
El Consejo de Ministros aprobó el pasado 14 de diciembre un real decreto-ley que recoge una serie de medidas urgentes con el fin de introducir cambios en el alquiler de la vivienda en España. Según explicó el Ministro de Fomento, José Luis Ábalos, esta norma pretende dar respuesta a “la difícil situación que se da en el mercado del alquiler”.
Los impuestos sobre vivienda en España se encuentran entre los más altos de los países desarrollados
Según un informe publicado por la OCDE este mes, los impuestos sobre vivienda en España están entre los más elevados de los países más desarrollados. Nos referimos a impuestos como el IBI, la Plusvalía Municipal y el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales.
Un contrato de alquiler entre particulares está exento del pago de este impuesto. Es decir, no hay IVA siempre y cuando el alquiler del inmueble esté destinado exclusivamente a vivienda.