No siempre el pez grande se come al chico

No siempre el pez grande se come al chico

La curiosa historia del inquilino de un taller que luchó contra una constructora nacional… ¡y ganó!

Parece el argumento de una edulcorada película americana pero no. De vez en cuando saltan a la palestra historias de valientes Goliats que deciden arriesgarlo todo y luchar por lo que es justo, aun sabiendo que las tienen todas en contra.

Núñez y Navarro, la conocida constructora del expresidente del FC Barcelona que ha edificado media ciudad, ha perdido contra Ángel Vizcaya, un humilde autónomo propietario de Talleres Varsovia en Barcelona. Este hombre fue el último y único que decidió resistir la presión de la constructora, una vez que todos los vecinos del edificio y de los locales se rindieron y abandonaron sus inmuebles.

Su abogada, Ana Gil de Sotelo Advocats,  lo explica así: “Durante la época de la burbuja inmobiliaria, las sentencias de desalojo se activaban de forma casi automática con los artículos 78 y 79 de la ley de Arrendamientos Urbanos. Estaban casi redactadas. Se daba por hecho que había urgencia de nueva vivienda en todos los barrios, pero hemos podido demostrar con datos que esa realidad hoy ya no existe. Ahora hay una nueva sensibilidad en los tribunales ante estos temas.”

Y es que las constructoras han usado el argumento de “necesidad de nueva vivienda”, apoyándose en la ley franquista de arrendamientos de 1964  que permitía echar a los inquilinos si en el barrio existía “una necesidad imperiosa de nuevas viviendas, o si la construcción permitía una importante creación de puestos de trabajo”.

Miles de inquilinos perdieron así su vivienda y sus derechos de renta antigua, indefensos ante los  jueces y el boom inmobiliario.  Sin embargo, esta excusa parece haber dejado de ser suficiente o creíble, dados los datos de vivienda vacía que existe en Barcelona y en casi todo el país. La excusa de creación de empleo tampoco es válida, ya que se trata de creación de puestos de trabajo temporales y con un bajo impacto sobre las cifras del paro.

Fueron tres jueces los que consideraron que los preceptos que incentivan la creación de nueva vivienda están caducos. La sentencia paraliza así la construcción de un edificio que Núñez y Navarro habían proyectado con un presupuesto de 6 millones de euros para la construcción de 15 pisos y tres locales comerciales.

Angel Vizcaya, dueño del taller junto a su hermano, lo explica así: “Pretendían echarme y que estuviese dos años sin actividad. Luego me ofrecían otro local pero que no cumplía con la altura que necesito para seguir con el taller". Por supuesto, además de eso, Ángel perdería sus derechos de renta antigua.

Los jueces interpretaron que  no había evidencia de la supuesta necesidad de nuevas viviendas, y que los puestos de trabajo que se crearían serían temporales y no compensarían la pérdida de los puestos fijos que ya existían, además de lo que supone el desalojo de 3 familias que viven en el edificio.

La decisión no hace más que demostrar un cambio  de actitud y sensibilización por parte de los jueces. ¿Tú qué opinas? ¿Te parece correcta la sentencia?

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Categoría: Economía y Vivienda

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