La UE se pronuncia sobre la economía colaborativa

La UE se pronuncia sobre la economía colaborativa

¿Qué es la economía colaborativa y como nos afectará a todos en el futuro? La presión de hoteleros, taxistas, lobis, emprendedores y asociaciones de consumidores han empujado un primer pronunciamiento por parte de la Unión Europea

¿Tienen futuro plataformas como Airbnb o Uber? ¿Qué es la economía colaborativa y como nos afectará a todos en el futuro? La presión de hoteleros, taxistas, lobis, emprendedores y asociaciones de consumidores han empujado un primer pronunciamiento por parte de la Unión Europea, ya que las plataformas colaborativas no pueden tratarse desde perspectiva local, sino desde una legislación global que regularice estas prácticas.

A principios de mes, HOTREC (Organización Empresarial Europea de Hoteles, Restaurantes y Cafeterías) y EFFAT (Federación Europea de Sindicatos de Alimentación, Agricultura y Turismo) firmaron en una reunión en Bruselas durante el Plenario del Diálogo Social, un documento donde solicitaban “una regulación de la economía colaborativa que nivele las reglas de actuación y que garantice la competitividad y la competencia de todos los proveedores de servicios del sector turístico”.

No es el primer intento por parte de uno de los sectores afectados reclamando unas “reglas de juego” para todos y que reconozcan los derechos y obligaciones de todos los implicados.

Pero antes de nada, ¿Qué es economía colaborativa?

La economía colaborativa es un el movimiento que promueve el intercambio, uso de bienes y servicios a cambio de compartir gastos. Su crecimiento se debe especialmente a la llegada de internet y de plataformas de referencia que promueven esta filosofía. La consultora Nielsen estima que el 55% de los españoles están interesados. La revista Forbes estima además que este tipo de economía crecerá un 25% en el próximo año en todo el mundo, Alcanzando con ello más de 3.100 millones de euros.

Entre los casos de más conocidos de este tipo de plataformas, están Uber, para compartir coche, y Airbnb, que permite a cada individuo ofrecer su alojamiento particular a cambio de un dinero. Las empresas tradicionales, como los hoteleros y los taxistas, critican su difícil encaje en las leyes y tributos, aludiendo a la economía sumergida y la competencia desleal.

Finalmente, el Comité de las Regiones ha aprobado un dictamen sobre economía colaborativa. Es la primera vez que un organismo de la Unión Europea adopta una posición formal sobre la materia. Aunque no soluciona el problema, en este documento, el Comité pide a la Comisión Europea que analice y defina cuáles son los diferentes tipos de economía colaborativa, incluyendo también aquellos modelos que sean sin ánimo de lucro.

Esperamos que este organismo oficial ejerza suficiente presión como para que finalmente la UE dictamine una serie de leyes y patrones de uso de tecnologías y servicios. Según el dictamen, dentro de la economía colaborativa existen dos categorías distintas que incluyen dos modelos de negocio cada una:

  • Economy on demand:
    • Access economy. Alquiler temporal de bienes y servicios
    • Gig economy. Trabajos y pequeñas tareas profesionales a través de plataformas
  • Pooling economy
    • Collaborative economy. Iniciativas P2P que implican al usuario en el proceso productivo o de diseño
    • Commoning economy. Iniciativas que son propiedad colectiva o se gestionan colectivamente

En el mismo documento, el Comité de las Regiones admite y considera la necesidad de una regulación sectorial para los aspectos comerciales de la economía colaborativa, lo que permitiría lograr una mayor seguridad jurídica, además de justa competencia para los operadores, sobre todo en relación con la fiscalidad.

Tiene además en cuenta un enfoque holístico a la hora de abordar el fenómeno, que afecta tanto económica, como política o a factores sociales. Considera que es importante coordinar los esfuerzos entre todos los agentes de la UE implicados en la elaboración de la Agenda para la economía colaborativa, que llegará en 2016.

El Comité identifica los principales indicadores de la economía colaborativa: la reputación, las relaciones y la confianza. Finalmente, el documento alerta de que la evolución de estas plataformas podría dar lugar al nacimiento de una nueva “clase social”, la clase colaborativa, que necesitaría de protección social y económica.

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Categoría: Economía y Vivienda

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