Impacto de una Cataluña independiente en el mercado de la vivienda

Impacto de una Cataluña independiente en el mercado de la vivienda

¿Cómo sería ese "supuesto Estado" y qué consecuencias tendría en el sector de la vivienda?

La reciente envestidura del Sr. Carles Puigdemont como presidente de la Generalitat, y sus declaraciones de “preindependencia”, apenas unas horas antes de que venciera el plazo límite que forzaría unas nuevas elecciones, resucita las preguntas sobre cómo sería ese supuesto estado y qué consecuencias traería al sector de la vivienda.

Hemos consultado varios expertos y las opiniones son variadas y diferentes, especialmente en lo que respecta al grado de impacto que un nuevo estado catalán tendría sobre los precios, las hipotecas, los inversores y la oferta y demanda de inmuebles. Todos coinciden en que habría una diferencia sustancial en el caso de que la independencia se pactara con el estado y naciera como fruto de un acuerdo, gracias al cual Cataluña seguiría dentro de la Unión Europea, y el caso contrario, la declaración política unilateral que supondría previsiblemente su salida de Europa y la creación de su propia moneda.
En el primer caso, el más improbable, el impacto sobre el sector inmobiliario sería muy leve. El hecho de que se pactara la independencia reduciría la incertidumbre, y sería menor la fuga de empresas e inversores. Algunos expertos incluso afirman que el gran número de embajadas (junto con todo su personal) que se instalarían en Barcelona aumentaría considerablemente el mercado y haría repuntar los precios al alza.

En el caso de que se declarara la independencia de forma unilateral, las consecuencias serían mucho más serias. Para empezar, serían muchas las empresas que trasladarían sus oficinas y fábricas fuera de Cataluña ya que no desearían estar fuera de la UE. Esto causaría, además de un grave impacto económico y social, una bajada imprevisible en los precios de arrendamiento y venta de oficinas y naves industriales, así como un fuerte aumento de la oferta disponible. La incertidumbre desviaría a muchos inversores a lugares más seguros.

En el supuesto de que Cataluña decidiera también tener su propia moneda, los expertos apuntan que su primera cotización sería un 20% o 30% inferior a la del euro, lo que haría disminuir el precio de la vivienda (con la excepción de la vivienda de lujo) pero no el de sus hipotecas, que fueron contratadas en euros. El grado de devaluación dependería de si la depreciación de la moneda y el gasto público permitiría el respaldo de un nuevo banco central propio que ayudara a incrementar rápidamente su PIB. Fuentes del sector bancario apuntan sin embargo que, aunque la incertidumbre provocaría una caída de los precios, esta caída se recuperaría a medio plazo. 

Otra cuestión distinta sería el tema de las hipotecas, que los compradores tendrían que renegociar con la nueva moneda. Esto podría conllevar un aumento del préstamo y dejar al propietario con un valor patrimonial negativo. Probablemente sería necesario que los compradores tuvieran que pagar más por sus cuotas, aunque es difícil prever cuánto tiempo duraría esta fluctuación y qué consecuencias reales tendría sobre la economía catalana.
Hace unos meses hablar de independencia catalana parecía un ejercicio de ciencia ficción, pero los hechos recientes han provocado una avalancha de predicciones y estudios que intentan descifrar el impacto que esto podría acarrear sobre catalanes y españoles. Esperamos que las diferencias se solucionen cuanto antes y no tengamos que sufrir ninguna consecuencia negativa más en un sector dañado por una larga crisis y un doloroso reajuste que justo ahora empezaba a remontar.


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Categoría: Economía y Vivienda

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