La importancia del ladrillo
¿ Sabes cómo surgió la idea de creación del ladrillo? ¿ Sabes que ya se usaba en las primeras civilizaciones?
La Gran Muralla china, Santa Sofía, la cúpula de la catedral de Florencia, la Mezquita Djinguereber de Malí o el edificio Chrysler en Nueva York son sólo algunos ejemplos de edificaciones realizadas con ladrillo.
Distintas culturas de distintas épocas, en distintas localizaciones geográficas han optado por utilizar el ladrillo como base de algunas de sus más bellas obras arquitectónicas.
La idea de su creación habría nacido en forma espontánea, por la simple observación de la naturaleza a través de la mirada de unos pastores que al apagar su fogata encendida sobre suelo arcilloso, observaron que la tierra quedaba tan rígida y resistente, que no dejaba pasar el agua de lluvia.
El hombre lo fabricó para salir de la cueva, levantar la ciudad e imponer el concepto de lo urbano impulsando las antiguas primeras civilizaciones de Mesopotamia y Palestina, donde apenas se disponía de madera y piedras. Estamos hablando de 9.000 Años A.C.
Los constructores sumerios y babilonios levantaron templos, palacios y ciudades amuralladas con ladrillos secados al sol, que recubrían con otros ladrillos más resistentes cocidos en hornos. En sus últimos años los persas usaron el ladrillo al igual que los chinos, que levantaron la gran muralla.
Los romanos construyeron con ladrillos, arcos de medio punto y con ellos edificios de grandes dimensiones como termas, arcos de triunfo, templos, anfiteatros y acueductos
En el curso de la Edad Media, el Imperio Bizantino, con el Románico y el Gótico del norte de Italia, los Países Bajos y Alemania, así como en cualquier otro lugar donde escaseara la piedra, los constructores utilizaron el ladrillo por sus cualidades funcionales y decorativas.
En América, el ladrillo era conocido por los indígenas americanos de las civilizaciones prehispánicas que, en regiones secas, erigieron casas de adobe secado al sol. Las grandes pirámides de los olmecas, mayas y otros pueblos fueron levantadas con ladrillos revestidos de piedra.
Con la llegada de Colón en el siglo XV, la tradición musulmana se difundió en la América hispana.
En América del Norte, la influencia de la arquitectura georgiana británica, introducida por los colonos, impulsó las construcciones ladrilleras.
Más adelante, la inmigración europea de los siglos XIX y XX consolidó su uso a través de italianos y españoles. Tradición que perdura hasta la actualidad.
El ladrillo como tal es una pieza cerámica que simboliza la vida sedentaria y urbana; el deseo de integrarse; la esperanza de afincarse. Dicen los psicólogos que cuando soñamos con ladrillos reflejamos nuestro deseo de una vida convencional o de construir una base dentro de las reglas para algún proyecto en cualquier aspecto de nuestra vida.
En la parte sociológica choca que habiendo sido inventado y desarrollado por distintas culturas en todas ellas coincidan por aproximaciones los tamaños de las piezas fabricadas. Y es que es un elemento pensado para manejar con una sola mano, lo que demuestra la versatilidad que buscaban las distintas culturas con sus construcciones.
Como toda historia tiene su moraleja, De la esencia del ladrillo podemos extraer que para crear algo muy grande debemos reunir y gestionar lo muy pequeño.
Ya desde los cuentos infantiles las construcciones con ladrillo siempre impidieron los soplidos del peor lobo feroz...
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