5 argumentos para vender una propiedad
Los inversores inmobiliarios compran y mantienen sus inversiones inmobiliarias hasta que dichas propiedades alcanzan la rentabilidad esperada. Sin embargo, en ocasiones es necesario realizar cambios en sus carteras.
Los inversores inmobiliarios disfrutan con la emoción de la adquisición de una nueva propiedad por todo lo que representa. Asimismo, tener una cartera diversa también es positivo. Una gran variedad de propiedades ayuda a disminuir el riesgo.
Por regla general, los inversores inmobiliarios compran y mantienen sus inversiones inmobiliarias hasta que dichas propiedades alcanzan la rentabilidad esperada.
Sin embargo, en ocasiones es necesario realizar cambios en la cartera y recortar algunas propiedades, que ya no son tan buena inversión, con el objetivo de no tener pérdidas. O tal vez vender propiedades siempre fue lo que se pretendía.
Pero, ¿dónde se encuentra ese punto de corte? ¿Cómo saber cuándo es suficiente? Invertir en bienes raíces tiene que ver con la estrategia y con saber el momento indicado para comprar y vender.
Según Hormicasa, estas son 5 razones por la que se debería vender una propiedad de inversión:
1 El plan original siempre fue vender.
Los inversores exitosos elaboran un plan de estrategia antes de comenzar a invertir y se ciñen a él. Este plan puede ser flexible o incluso se puede cambiar, pero es necesario trazarlo desde el principio.
El plan puede consistir en vender activos ‘buenos’ que pueden estar funcionando como se esperaba. O en realizar ciertos movimientos en determinados plazos, lo que puede incluir mantener propiedades para siempre y vender propiedades cuando todos los demás no lo harían.
El error más grave cometido por muchos inversores inmobiliarios es no desarrollar metódica y pacientemente un plan sobre cómo quieren invertir en bienes inmuebles.
2 Genera consistentemente un flujo de efectivo negativo.
Hay escenarios donde un inversor debe hacer siempre un cambio, ya sea parte de su plan o no. Este debería ser obvio, pero no es tan fácil como cabría pensar.
El flujo de efectivo puede variar mes a mes a medida que los gastos fluctúan, lo que puede hacer que no quede claro si la propiedad está resultando ser un fracaso o si se está en un período temporal difícil que pasará.
El flujo de efectivo negativo es la razón principal para vender una propiedad de inversión: no genera ingresos para el inversor, por lo que no vale la pena mantenerlo.
Se puede recurrir a la ayuda de una agencia inmobiliaria para vender la propiedad lo más rápido posible.
3 La propiedad es más problemática de lo que en principio parecía.
Si se trata de una propiedad problemática, con muchos inconvenientes derivados, por ejemplo, de la estructura del edificio, el estado, la zona, los suministros… que necesita una atención constante y no tenemos los recursos necesarios para mantenerla en perfecto estado, quizás la mejor opción sea venderla.
Si los números no cuadran y son todo contratiempos, ¿qué sentido tiene mantener la propiedad?
4 Es mejor invertir en otro lugar.
La diversificación es buena. No obstante, hay situaciones en las que habrá que elegir entre el mercado actual y las nuevas oportunidades, ya sea debido a recursos limitados o acceso a capital. Tal vez la cartera actual ha permitido “subir de nivel” y ahora acceder a un mercado, que meses atrás, estaba fuera del alcance, gracias a la equidad que se ha construido.
Quizás la economía está creciendo en un mercado nuevo y no en el actual, y es preferible invertir los esfuerzos en un lugar con oportunidades claras. Se trata de su estrategia personal y de decidir qué se desea hacer con las inversiones.
5 Las propiedades de inversión han cambiado.
Con el tiempo, muchos inversores inmobiliarios descubren que quieren hacer algo un poco diferente. Por ejemplo, muchos inversionistas nuevos comienzan con una sola propiedad, generalmente una barata, y tratan de ser propietarios. Esto normalmente no les da los rendimientos esperados, ni es una gran estrategia, solo es ‘ahorrar dinero’.
O, por otro lado, tal vez se lanzaron y decidieron que ese enfoque no era lo que les gustaba. Y quieren ser libres otra vez.
En cualquier caso, las prioridades y estrategias cambian con el tiempo. Se aprende, mejora, y cambia, y las carteras también cambian en el proceso. ¡A veces eso significa reordenar el portafolio para reflejar y cumplir nuevos objetivos!
No importa el motivo de la venta, lo importante es tomar la decisión cuando se sepa que es necesaria.
Es interesante acudir a las inmobiliarias para que nos ayuden a vender la propiedad en el menor tiempo posible, además de aconsejar sobre las posibles reformas que la propiedad necesita o cómo prepararla para venderla. Si se quieren resultados, se deberá ser proactivo. Si se sabe lo que se quiere para el futuro financiero, hay que intentar alcanzarlo. Perseguirlo. Ya lo decía Albert Einstein: ‘Si lo que estás haciendo no funciona, haz algo diferente’
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